Había una vez una mujer llamada Magda Seyeg, vivía en los Estados Unidos. Aparentemente aquella señora era una mujer sencilla y una persona digamos muy normal, vamos, nada especial. Era propietaria de una pequeña tienda de ropa, su vida era tan tranquila, casi aburrida: tejía los calcetines por las tardes y charlaba con sus amigas por teléfono. Pero un día, tejió una funda para el pomo de la puerta y ... se hizo famosa en todo el mundo.
Así fue...
En 2005, Magda como siempre estaba sentada en su tienda esperando
que entrará algún clientes, pero era
invierno, hacía mucho frío y la gente no
tenia ganas de salir de sus casas. Entonces, a ella no se le ocurrió otra cosa
como tejer una funda para la manivela de
la puerta, es posible que ella pensó que en este día tan frío a los visitantes
les sería mucho más agradable sentir el tacto cálido y agradable de la lana y
no el del frío metal. Cual fue su asombro cuando este pequeño artilugio atrajo
la atención de los transeúntes de una manera inesperada y en menos de media hora ella estaba bajo un bombardeo de las preguntas: "¿Qué
es?" "¿Por qué", "¿Dónde se puede comprar?".
Ese mismo día por la noche Magda Seyeg, como de costumbre estaba
tejiendo unos calcetines y charlando con un amigo, de repente decidió que de los restos de la lana que le quedaba puede hacer no solo la "ropita" para la manivela
sino también para otras cosas. Del dicho al hecho no ha transcurrido mucho....
Magda juntos con unos partidarios de la idea, que por cierto eran muchos, "vistieron"
un montón de señales de tráfico, contenedores de basura, árboles e incluso los
autobuses.
«Yarnbombing» así se llamó este movimiento en los medios de comunicación, lo
que significa "bombarderos de lana". un nombre no solo gracioso sino bastante preciso,
ya que los pasos habituales para vestir las calles de la ciudad se realizan al estilo
de flash mob: se elige un escenario (plaza, parque, paseo marítimo), se fija la fecha, la hora "X" donde acuden la gente con los ovillos de lana o hilo
y con los chalecos, gorros, bufandas, en
definitiva cualquier pieza tejida sin terminar y comienzan a "vestir" los objetos de la arquitectura urbana y paisajista.
El graffiti tejido se ha convertido en parte de la cultura
urbana en muchas ciudades de los EE.UU., Europa y China. Es más, para los bombarderos de aguja y ganchillo existe ya
hasta la especialización geográfica. En Francia, en su mayoría visten las esculturas, en México - coches y
autobuses viejos, en Inglaterra - árboles y arbustos.
Las tejedoras de Canadá Preyn Lynn y Mandy Moore, que están siguiendo
al ejemplo de Magda, incluso publicaron un libro sobre "cómo vestir a los
árboles" con una descripción detallada del proceso y de la técnica.
"El graffiti no es pintar sino tejer", es el lema
de las personas que hacen de nuestro mundo un lugar más brillante y más cálido.
Cabe señalar que, a diferencia de otros en este arte callejero participan personas de todas las edades, que precisamente
la edad es lo que menos importa cuando eres una persona creativa e inquieta.
espero poder participar en la próxima,
porque ¡yo también quiero ser una
BOMBARDERA DE LANA E HILO!
hay más fotos aquí https://www.facebook.com/media/set/?set=a.425020484239286.95628.131628523578485&type=3
Muy interesante este articulo Natasha. Es todo un ejemplo de como una pequeña idea artesanal puede crear todo un movimiento! Y que tenga seguidores por todo el mundo. Saludos
ResponderEliminarGracias Susana
EliminarMe gusta!
ResponderEliminargracias Tanya
EliminarListo ya me hice tu seguidora, cuando quieras pasate por mi blog!
ResponderEliminarMe encanto tu post, Saludos desde Valladolid
Hola Susana, bienvenida! Soy tu fan en FB desde hace bastante tiempo!:) y creo que también soy tu seguidora, y sino ahora mismo voy para allá!!!
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